Sheinbaum destaca en lista internacional por impulsar moda indígena
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, volvió a colocarse en la conversación internacional, pero esta vez fuera del terreno político. Un reconocido medio global la incluyó entre las 67 personas más elegantes de 2025, una selección realizada por la directora de Moda de The New York Times, Vanessa Friedman, quien destacó la manera en que la mandataria combina vestimenta tradicional con bordados y tejidos creados por artesanas y artesanos de comunidades indígenas del país.
Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, volvió a colocarse en la conversación internacional, pero esta vez fuera del terreno político. Un reconocido medio global la incluyó entre las 67 personas más elegantes de 2025, una selección realizada por la directora de Moda de The New York Times, Vanessa Friedman, quien destacó la manera en que la mandataria combina vestimenta tradicional con bordados y tejidos creados por artesanas y artesanos de comunidades indígenas del país.
La mención estuvo acompañada de una fotografía de Sheinbaum en uno de sus atuendos característicos. Friedman explicó que, en apenas su primer año en la Presidencia, Sheinbaum llamó la atención mundial al visibilizar la moda indígena mexicana, no solo por vestirla, sino por defender legalmente a los creadores frente a grandes empresas que buscan aprovecharse de su trabajo.
Este reconocimiento internacional no surge de la nada. La mandataria ha hecho de la protección del patrimonio cultural textil una bandera política. Desde el inicio de su gobierno, insistió en que las comunidades originarias deben recibir crédito, pago justo y protección jurídica cuando sus diseños son tomados por marcas globales.
El caso Adidas: un punto de quiebre
El debate tomó fuerza en agosto, cuando autoridades mexicanas criticaron a Adidas por comercializar la sandalia “Oaxaca Slip-On”, inspirada en una región emblemática del país pero lanzada sin consultar ni incluir a las comunidades que resguardan ese conocimiento textil.
Lo que parecía un simple desacuerdo comercial se convirtió en un tema político. Sheinbaum intervino directamente al anunciar una revisión legal para proteger a los artesanos ante prácticas de plagio cultural.
“Las grandes empresas suelen tomar productos, ideas y diseños de comunidades indígenas. Estamos revisando la parte legal para poder apoyarlas”, declaró entonces la presidenta, en un mensaje que reforzó su compromiso con la defensa del arte popular y el reconocimiento a los pueblos originarios.
Moda, identidad y política cultural
La presencia de Sheinbaum en esa lista internacional no solo celebra su estilo personal; también refleja un giro en la forma en que México proyecta su identidad. La moda dejó de ser un accesorio y se convirtió en una herramienta política para colocar en el centro a creadores que históricamente habían sido invisibilizados.
Al vestir prendas bordadas y tejidas por artesanas mexicanas, Sheinbaum envía un mensaje tanto dentro como fuera del país: la cultura indígena no es un adorno, es parte viva de la nación y merece respeto, protección y crédito.
